RESEÑA: Inventos Infernales

¡Hola, Hola! Hoy les traigo la reseña de la tercera parte de la saga de Máquinas Mortales, y sin problemas la podría resumir así: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH! -el señor Reeve rompiendo mi corazón-.

Como es una tercera parte ya se me va hacer imposible no hacer spoilers, así que si no han leído el primero, tal vez no deberían estar por aquí.

La hija de Tom y Hester, Wren, anhela huir de la monotonía de Anchorage. Está sedienta de aventura. Cuando un pirata submarino peligrosamente encantador le ofrece una oportunidad para escapar, Wren no lo duda ni un instante. Pero el pirata quiere algo a cambio: Wren debe robar el misterioso Libro de Hojalata, y hacerlo acarreará consecuencias que podrían destruir la paz...

Inventos Infernales comienza 16 años después de los últimos acontecimientos en los que terminó El Oro del Depredador y sigue las aventuras de Wren, la hija de Tom y Hester.

Anchorage tocó tierna firme y se volvió una ciudad estática en el Continente Muerto, y la monotonía de la vida en la ciudad tiene cansada a Wren que solo desea vivir las mismas aventuras que sus padres. Cuando una lapa de los muchachos perdidos regresa a Anchorage en busca de un extraño Libro de Hojalata, Wren toma esa oportunidad para poder escapar de su aburrida vida e ir tras la búsqueda de las ciudades tracción.

Pero como no podía ser de otro modo, toda esta situación termina mal y Wren se convierte en una rehén de los muchachos perdidos que comienzan a desaparecer misteriosamente y esa es una de las razones por las que el Libro de Hojalata parece ser tan importante. Pero el secuestro de Wren no solo la pondrá a vivir aventuras a ella misma, sino que será el regreso de Tom y Hester, quienes abandonarán su vida tranquila para salir en la búsqueda de su hija.

Y hasta acá la sinopsis porque vamos a empezar a hablar de la palabra que describe este libro: nostalgia.

El señor Reeve juega con nuestros sentimientos en este libro de una manera tan cruel, pero tan genial, que no sabes si quererlo mucho por todo lo que te da, o odiarlo por todo lo que te quita.

Tenemos tramas del libro anterior que se cierran, regreso de personajes del primer libro (¡y por Quirke, con esto!), vuelta a escenarios pasados y joder con los reencuentros en este libro. Es que de verdad, les juro que son 349 páginas de no parar; pasan tantas cosas y haber cuál el de ellas es más genial.

Pero aunque la nostalgia juega un papel muy importante, como no podía dejar de ser tradición, tenemos nuevos escenarios y nuevos elementos de este worldbuilding que con cada libro se vuelve más maravilloso.

Nuestros protagonistas están 16 años más mayores, son adultos y padres de familia, y aunque su historia sigue teniendo un peso importante en toda la trama, porque sin ellos no estaríamos donde estamos en este libro, Wren es la indudable protagonista de Inventos Infernales. Y esto es algo que me gustó, pero a la vez no; le tomé demasiado cariño a Tom y Hester, y necesitaba saber qué pasaba con ellos durante toda la búsqueda de su hija.

¡Ojo! Que Tom y Hester no desaparecen, siguen teniendo sus capítulos y escenas geniales, principalmente al final se vuelve más equitativo en el reparto de la narración de los acontecimientos y los volví a sentir protagonistas.

Y ahora les voy a contar algo que tal vez no crean, pero en este libro me cae mejor Tom que Hester. Si bien Hester deja aflorar todo ese espíritu aventurero y asesino que me encanta, siento que eso entorpece sus relaciones con los demás. Tiene casi 40 años y por momentos me hacía recordar a esa adolescente hosca de 15 años que había tratado de asesinar a Valentine, y esa niña que tenía a Tom como el eje de todo su mundo, cuando ahora también tiene una hija.

Tom en cambio pasa de ser ese muchacho demasiado bueno y sensible, a ser un adulto racional, aunque sigue siendo una persona demasiado buena que confía en todo el mundo, pero si no fuera así no se metería en problemas y Hester no tendría que ir a salvarlo. Tom siempre ha sido más dócil a la hora de relacionarse con los demás, pero de verdad que en este libro se nota esa facilidad de tiene y esa empatía que si bien lo mete en problemas, muchas veces es por lo que los personajes y el lector simpatizan con él.

Por último tengo que hablarles de la combinación de estos dos personajes (de verdad que es la combinación de ambos), Wren. Si les soy sincera, es una copia femenina de Tom en Máquinas Mortales; esa necesidad de vivir aventuras y esa fantasía de que obvio si me voy a de mi casa y ando por el mundo en guerra, todo va a salir bien. Tiene el mismo defecto de Tom en confiar en la gente y siempre pensar lo mejor, aunque es un poco más creativa y astuta, cualidad que supongo heredó de Hester.

Y hay muchísimos más personajes, de verdad que no me imagino lo que será el cuarto con la cantidad de personajes que ya tenemos, los que se introdujeron en este libro, y alguno nuevo que vendrá.

Para finalizar quiero contarles dos cosas: el final es completamente insensible, porque te pega en el corazón de una manera horrible y como no podía ser de otra manera con el señor Reeve, todo termina yéndose al carajo. Y segundo, los nombres de las naves es lo mejor que tiene este libro, y me era imposible leer un párrafo con tremenda tensión y que de repente apareciera un "Y se te ven las braguitas había sido derribada".

"Todos estos años... Todos estos años en Vineland... Todos estos años con vosotros dos... Dioses, ¡me he aburrido tanto!".

Y esto ha sido todo, lean Máquinas Mortales, únanse a la secta que estamos formando con Santiag y pidan premiere de la película por redes sociales. Si este libro no tiene cinco estrellas es porque las estoy guardando para el cuarto, que estoy segura será de siete estrellas más o menos.

Espero que les haya gustado y nos estamos leyendo.

Bye, Bye!