RESEÑA: Reina de Sombras
¡Hola, Hola! Sigo poniéndome al día con las reseñas, y hoy vamos a hablar de un libro que empecé en mayo con un poco de pereza, pero terminé el junio con todas las ganas y el hype por los cielos. Estoy hablando de Reina de Sombras, cuarto volumen de la saga de Trono de Cristal, escrita por la diosa J. Maas.
Celaena Sardothien ha perdido a todos aquellos que ama, pero por fin está de vuelta en el imperio para vengarse, para rescatar su reino, antes glorioso, y para enfrentar las sombras de su pasado... Ha reconocido su identidad como Aelin Galathynius, reina de Terrasen. Pero antes de reclamar su trono deberá luchar.
Celaena Sardothien ha regresado a Rifthold por última vez, decidida a aceptar quién realmente es, se propone una última misión bajo el nombre de la asesina de Adarlan: recuperar el amuleto de su familia, rescatar de una ejecución a su primo Aedion, y ponerle fin al reinado oscuro del rey.
Empecemos por el hecho de que este libro tiene una conexión muy fuerte con The Assassin's Blade, y ya por eso, se ganó un punto. La cantidad de referencias a las historias cortas, la vuelta de personajes que ahí aparecieron, y cómo muchas cosas que habían sucedidos en esas historias que nos presentaban a Celaena antes de Endovier, comienzan a tener sentido, fue un apapacho a mi corazón; y puedo afirmar que NUNCA superaré a Sam.
ESTA RESEÑA CONTIENE SPOILERS DE LOS TRES LIBROS ANTERIORES
Luchará por su primo, un guerrero dispuesto a morir por volver a verla. Luchará por su amigo, un joven atrapado en una prisión inenarrable. Y luchará por su gente, que aguarda esclavizada, bajo el yugo de un inhumano rey, el retorno triunfal de su reina perdida.
Celaena Sardothien ha regresado a Rifthold por última vez, decidida a aceptar quién realmente es, se propone una última misión bajo el nombre de la asesina de Adarlan: recuperar el amuleto de su familia, rescatar de una ejecución a su primo Aedion, y ponerle fin al reinado oscuro del rey.
Sé que el resumen no dice nada, pero es que no sé cómo
contarles de qué va este libro sin hacer spoilers, así que lo dejamos por ahí,
y le cuento mi opinión, donde intentaré no ser muy fangirl.
Empecemos por el hecho de que este libro tiene una conexión muy fuerte con The Assassin's Blade, y ya por eso, se ganó un punto. La cantidad de referencias a las historias cortas, la vuelta de personajes que ahí aparecieron, y cómo muchas cosas que habían sucedidos en esas historias que nos presentaban a Celaena antes de Endovier, comienzan a tener sentido, fue un apapacho a mi corazón; y puedo afirmar que NUNCA superaré a Sam.
La Celaena Sardothien de este libro es tan reina y asesina
letal al mismo tiempo que no hay razón para no amarla, aunque espero que en los
próximos libros aprenda un poco a confiar más en los demás.
Aedion Ashryver se ganó mi corazón por ser un pan de canela.
Su amor y lealtad a Terrasen, su familia y su reina lo hacen un personaje con
carácter, decisión, y dulzura.
Chaol Westfall empezó sacándome de quicio, haciendo que lo
odiara, para luego pasar a comprenderlo y tratar de entender su comportamiento,
pero al final terminé decidiendo que era un personaje que en este libro estorbaba.
En los tres anteriores siempre aportó algo a la trama, y de hecho, en Heredera de Fuego fue uno de mis personajes favoritos, pero en este libro sobraba, y me
hubiese gustado que Sarah se le diese un final más justo.
Manon Blackbeak sigue con su propia subtrama, a la que se le
unen más personajes (viejos y nuevos), y que poco a poco se va entrecruzando
con las demás tramas, para unirse de una manera explosiva que me dio más de un
infarto. Aunque tengo que admitir que toda la situación dónde sucedió se me
hizo muy forzada y sacada de debajo de la manga. No sé, me gustó, pero a la vez
no me gustó la manera en que la autora la llevó hasta ahí.
De Dorian Havilliard y Rowan Whitethorn no quiero hablar demasiado porque siento
que hacerlo sería revelarles algunas cositas de más. Pero puedo decirles que
tenemos un príncipe de Adarlan que ha perdido toda esperanza, y recuperarla
será un camino que no podrá recorrer solo, y que el muchacho Rowan está en este
libro para hacerme creer que los votos matrimoniales son un poroto al lado de
sus discursos.
Desde un punto de vista más general y de trama, puedo
decirles que el libro me encantó. Si es cierto que al principio me costó
empatizar con él, y me costaba sentarme a leer. Estaba enganchada, pero a la
vez la lectura no me absorbía por completo, aunque una vez la trama comenzó a
avanzar, las subtramas comenzaron a entrecruzarse, no pude parar; y para
confirmar eso puedo decirles que me leí los últimos treinta capítulos de una
sentada.
Tiene una trama que une todos los elementos de los libros
pasados, todas las pistas y pequeños guiños cobran sentido. Hay algunos plot
twist por ahí, y tramas sueltas que prometen mucho para los siguientes libros. Me gusta que Sarah no termine estos libros con un cliffhanger enorme,
sino que cierra la trama de una manera que tienes curiosidad por saber cómo
sigue, pero sin esa desesperación que como lectora me disgusta.
En fin, Heredera de Fuego y Reina de Sombras han sido los
salvavidas de esta saga con la que no comencé una buena relación, pero que poco
a poco me he reconciliado; y desde luego, seguiré con ella.
Espero que les haya gustado y nos estamos leyendo.
Bye, Bye!
Ay con Chaol me pasó lo mismo, lo quería ahorcar, me sacaba de quicio.
ResponderEliminarCreo que la trama en esos dos tomos que mencionas cobra gran forma y se amplía el mundo de manera tal que te deja con todas las ganas de descubrir el descenlace.
Besos!
Totalmente! Es increíble la manera en que todo se hila y comienza su rumbo hacia el final. Y Chaol...es Chaol.
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