Resumen Nanowrimo 2018

¡Hola, Hola! Como ya les había adelantado en la entrada del bullet journal de noviembre, durante ese mes estaría participando del Nanowrimo por segundo año consecutivo, y sorpresivamente, volví a lograrlo.


Para quienes no sepan de qué estoy hablando cuando me refiero al Nanowrimo, breve explicación:

El Nanowrimo o National Novel Writing Month es un reto de escritura a nivel mundial, que consiste en escribir 50.000 palabras en 30 días, o lo que es lo mismo, durante todo el  mes de noviembre.

El año pasado participé por primera vez y fui capaz de empezar y terminar el #ProyectoMikaela. Este año utilicé el Nanowrimo para varias cosas, y aunque pensé que no lo lograría, el mismo 30 tuve un empujón de motivación y llegué a escribir más de 4.000 palabras en un día. Pero como no todo en este mes fue super bonito y motivacional, vamos por partes.

Empecé noviembre escribiendo la última parte del #ProyectoContinenteII y al 3 de noviembre ya lo había finalizado, poniéndole punto final a mi segunda novela del año. El primer fin de semana del Nanowrimo lo vertí por completo a corregir un relato que mandé a una convocatoria y escribí cositas sobre los personajes de esa historias para saber un poco más de ellos. Y ya el lunes 5 daba comienzo el #ProyectoManzana, novela completa de este Nanowrimo.

Pero esa primera semana completa de noviembre empecé a estar de 6 a 12 horas fuera de mi casa, lo que resumía mi tiempo para escribir a nada. Estuve días que apenas llegaba a las 500 palabras (cuando el mínimo del Nanowrimo es de 1669 palabras al día) y eso solo me frustraba. Llegaba a mi casa cansada, con dolor de cabeza y no poder llegar al número que debía me hacía sentir inútil, desesperada y decidí que abandonaría el Nanowrimo.

Aunque no eliminé mi participación de la página, el #ProyectoManzana seguía registrado y yo lo seguía actualizando, pero a mi ritmo, y lo tomé más como un incentivo para escribir todos los días a pesar del cansancio que como el reto de 50.000 palabras al mes.

Y supongo que funcionó, porque a la semana siguiente comencé a sobrepasar las 1.000 palabras al día. Soy consciente que no son las mejores 1.000 palabras que he escrito y muy probablemente las deseche en la corrección, pero a pesar de llegar a mi casa sin ganas de nada tuve la voluntad de sentarme y escribir, y de a poco eso se volvió mi rutina. Entonces recordé la razón de porque me gusta tanto el Nanowrimo y lo recomiendo, porque es la mejor arma para formar una rutina, para obligarte a escribir todos los días.

No nos cansamos de decir que la escritura es un trabajo y el ser escritor es una profesión, pero para lograrlo hay que dedicarle el tiempo que se merece y no depender únicamente de la inspiración o las ganas. Obviamente que si no tienes nada de ganas no vas a obligarte a escribir, porque tampoco está bueno escribir bajo la presión del "debo hacerlo", pero la mayoría de las personas que escribimos queremos hacerlo, queremos escribir. Que ese sea tu motor de todos los días, "debo sentarme a escribir, porque quiero escribir".

En mi caso, escribir es parte de una tarea que realizo todos los días y si no la hago un día, siento que me faltó hacer algo. Y cuando hablo de escribir me refiero a todo lo que implica escribir: documentación, planificación, sentarte a mirar el techo imaginando el mapa de tu mundo o pasando horas el pinterest buscando inspiración para tus personajes.

Así que sí, recordé la razón del Nanowrimo y el 30 de noviembre aproveché que estaría todo el día en casa y escribí. Escribí por la mañana, por la tarde y por la noche, y cuando se hicieron las 00 horas había logrado completar las 50.000 palabras y terminar el #ProyectoManzana, sumando una nueva novela a este año.

Sonará un poco sin falta de modestia, pero estoy muy orgullosa de mí por lograr esto y sobre todo, por recordar que lo importante no son el número de palabras, sino lo que puedes llegar a lograr con ellas.


No sé qué mucho más contarles, porque de verdad que noviembre fue un mes de locos y con bastantes negativas de muchas partes, así que el Nanowrimo, junto al #INFOBLOG18 fueron como esas cositas bonitas que iluminaron mi penúltimo mes del año.

Aún no tengo mucha idea qué haré en diciembre con respecto a la escritura, aunque estoy casi segura que no empezaré ninguna novela nueva. Tengo tres proyectos planificados, pero no estoy con ánimos de empezar ninguno de ellos. Tal vez me lancé a escribir algunos relatos que tengo estructurados desde octubre, y también puedo no escribir, que eso también es válido, eh.


Supongo que eso fue todo y no tengo más nada que añadir, excepto que si eres un/a escritor/ra (sí, ya sabes, esas personas que escriben novelas, pero no se animan a llamarlas novelas) no dejes de escribir ni renuncies a tu historia por más tiempo que te lleve, confía en lo que estás escribiendo porque no habrá nadie que pueda hacer lo que tú estás haciendo. Tu historia lo vale y tú vales un montón.


Nos estamos leyendo.

Bye, Bye!

Comentarios

  1. Hola Romi no es novedad para vos pero admiro tu constancia y creatividad. Felicitaciones!

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  2. Me encanta lo activa que estás y el entusiasmo que se te nota. Muchísimos éxitos con todo tu trabajo ♥
    Ya quisiera yo tener un poquito de tu constancia.

    Un besote!

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  3. Quiero decirte que realmente admiro tu capacidad, y estoy segura de que todo lo que escribas va a ser bueno! Ya quiero leer alguno de tus proyectos Romii!!!
    Te mando un besote

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    Respuestas
    1. Gracias por esa confianza xD Y yo espero que pronto puedan leer algo mío :D

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  4. Felicidades Romi, me alegro mucho de que no hayas abandonado el Nanowrimo cuando estuviste un poco cansada. Como te había comentado en ese momento y te repito ahora, escribir bajo presión no esta nada bueno. Seguí así y contas con mi apoyo siempre!

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